La voz grave y la palabra ocurrente del quinteto argentino Les Luthiers falleció ayer- 22 de abril- a los 77 años.
Sus risas, sus carcajadas, su humor inteligente, su barba
canosa, su ser luminoso hicieron de Marcos Mundstock un artista diferente e
imprescindible. Fue actor, redactor publicitario, guionista, locutor y pieza
clave de Les Luthiers.
Fue un artista ingenioso con las palabras en lengua española,
de humor rápido, una figura querida y respetada en todo el mundo. No había guion
que se le resistiera. Su manera de abordar un texto, de hacer pensar y hacer
reír a la vez, hilarante y ecléctico como pocos, uno de los integrantes más
poderosos de los ya poderosos Les Luthiers.
Trabajó con Tato Bores, creó personajes inolvidables como
Mastropiero, que fue concebido para entretener a sus amigos de la facultad en
su Santa Fe natal. Después de un breve paso por la carrera de Ingeniería,
estudió locución en el ISER, y en paralelo al grupo de humor, trabajó como
locutor. Se destacó como actor en varias películas argentinas, entre ellas,
"El cuento de las comadrejas", la última en la que intervino. Junto a
Les Luthiers recibió premios y reconocimientos en todo el mundo como el Premio
Max de las Artes Escénicas y el Premio Princesa de Asturias de la Comunicación
que se otorga en España, país que lo adoptó como artista y como ciudadano,
otorgándole la nacionalidad española por carta de naturaleza.