El director, actor y periodista de espectáculos Pablo Zunino junto a la actriz Silvia Armoza vuelve el viernes 31 de mayo al Teatro Municipal Roma de Avellaneda para interpretar al “Doctor Lacan”.
“Doctor Lacan” es un comedia apta para analistas, pacientes y "civiles": no hace falta conocer previamente la obra ni la vida de Lacan para conectar con la trama. Sustancia envuelta en simpatía. Dotada de ritmo, diálogos picantes, mucha acción y mucho humor, el espectáculo muestra al gran psicoanalista francés (interpretado por el mismo creador del espectáculo, Pablo Zunino) que llega –sólo unos meses después del mítico Mayo del '68- a la Escuela Normal Superior de París a dictar su famoso y "taquillero" Seminario, pero por primera y única vez se encuentra con la sala vacía, ya que por misteriosas razones nadie concurrió a la cita.
Por consiguiente, durante 60 minutos y a puertas cerradas con la Señora Gloria, su desopilante secretaria española interpretada por Silvia Armoza, hablan de todo: su expulsión de la Internacional Psicoanalítica, su relación con Freud, su guerra sin tregua con su analista polaco y con la estrafalaria princesa Bonaparte, el futuro del psicoanálisis y de la humanidad y el gran riesgo de que todas las empresas humanas se conviertan en una iglesia o en un ejército. Hay dolor por haber sido apartado, hay preocupación por el futuro de su obra. Pero los personajes no sólo hablan, hay mucha acción, pasa de todo entre ellos... se necesitan el uno al otro, funcionan casi como un mago y su asistente, con baúl y todo, en un espectáculo de vertiginosa teatralidad.
A SUBIRSE A LAS TABLAS dialogó con el actor, director y periodista de espectáculos Pablo Zunino:
¿Qué recuerdos se llevó de la primera presentación del “Doctor Lacan” en el Teatro Roma? (N.de.R: Se presentaron el 9 de noviembre del 2018).
Es un recuerdo imborrable que queremos renovar ahora esa experiencia por dos motivos fundamentales: el primero la magnificencia arquitectónica y sobre todo las condiciones acústicas de esa sala; hacer teatro de texto en un teatro de ópera como es el Roma es una experiencia infrecuente, especialmente en las cuestiones sonoras ya que no usamos micrófonos y se oía perfectamente, que da un placer auditivo para nosotros del rebote del sonido que era impresionante, y, a nosotros nos dejó muy conmovidos. El segundo motivo tiene que ver con el público del Roma, que es un público en este momento por el plan que han armado ahí Victoria Onetto (Secretaria de Cultura y Promoción de las Artes de Avellaneda) y Roberto Mariani (Director del Teatro Roma), que han llevado una programación diversa, convocó mucho interés a un precio accesible. Es un público que se nota que está yendo mucho al teatro. Diría que con respecto al público de Capital Federal, que van muchos menos al teatro, pero este público de Avellaneda está yendo varias veces por mes al teatro, están con las papilas gustativas muy estimuladas y es un público como de “cancha” ya que hay una respuesta, fervor y no fallo ningún chiste. Tuvimos ocho aplausos a telón abierto. Y desde el escenario es una experiencia muy física porque cuando decís un chiste y se encienda la sala la potencia te tira contra el fondo del escenario. Así que estamos contando las horas para volverlo a hacerlo.
¿Qué sensaciones le generó los aplausos del público?
Primero una sensación física muy fuerte que te tiraba contra la pared de atrás del escenario de la potencia que tenía esa sala, que rugía. Y creo que no ha pasado solo con nuestro espectáculo porque he hablado con otros colegas como Graciela Dufau, Miguel Ángel Sola y todos tuvimos la misma experiencia que hay una estimulación del público que se nota a la hora de la función.
¿Se podría decir que el público de Avellaneda se convirtió en un habitué del teatro?
Se podría decir que el público de Avellaneda tiene en este momento un gran hábito de ir al teatro. Y yo creo que cuanto uno más va al teatro más ganas tiene de conectarse con un espectáculo porque si no volvería.
¿Qué es lo que más le gusta de “Doctor Lacan”?
Lo que más me gusta es que tiene un modo narrativo muy ágil. Yo creo que hoy para la gente apagar el teléfono celular una hora, que es lo que dura el espectáculo, es una renuncia muy importante. Entonces, me parece que por lo menos nosotros hicimos una apuesta a que el relato tuviera una agilidad tal que permitiera luchar contra esa abstinencia que hoy implica apagar el celular. Esto no quiere decir que el espectáculo es un video clip sino que es un espectáculo que tiene mucho ritmo en cuanto al modo narrativo que tiene. Muy pensado para lo que es un espectáculo del siglo XXI atravesado por la tecnología.
¿Sienten que se convirtió en un éxito?
Te diría que desde hace rato que lo estamos sintiendo de esa manera porque en la escala de producción independiente como es el espectáculo de Doctor Lacan ha habido pocos espectáculos que se haya mantenido mucho tiempo. En agosto vamos a cumplir 7 años ininterrumpidos en cartel, o sea eso es más allá de los valores o no que tenga el espectáculo es una lotería. El éxito es algo muy difícil de anticipar. Nosotros trabajamos en una dirección estética, de promociones y de producción muy clara, pero podes tener esa claridad y que te vaya como el traste. Así que en ese sentido nos sentimos bendecidos porque nos tocó la lotería.
La risa en estos tiempos ¿es sanadora?
Si, más en un momento como es este donde la situación social, económica está tan tensa. Hacer reír con recursos que creemos genuinos, contando una historia de un personaje capital de la cultura del siglo XX, que sigue teniendo influencias en el siglo XXI; contar un momento histórico como es el 68 en Francia. Digamos que con todo esos ingredientes, con un material que nosotros creemos que es noble lograr contar todo ese momento histórico con plan comedia; yo creo hay un efecto catártico para la gente que es muy importante, un efecto reflexivo. También, el espectáculo propone un eje muy político en el sentido de que entre Lacan y su secretaria española que era una maoísta muy fervorizada, creyente en la revolución, mientras que Lacan tenía una posición un poquito más módica, escéptica respecto a la posibilidad de que una revolución se consolidará y no volviera al mismo punto de a donde partió. Pensa que en Francia por darte un ejemplo en 1789 hubo la revolución, que fue la revolución francesa una de las más grandes revoluciones en la historia, y en 1801 había un Emperador que era Napoleón Bonaparte. O sea, en ese sentido la historia parece darle la razón a Lacan. Lo revolucionario es un momento después hay una inercia que vuelve las cosas al punto de partida. En esa tensión entre la creencia de Gloria, y el escepticismo de Lacan hay un asunto político, que hoy mantiene vigencia.
¿Cuál es el verdadero periodismo de espectáculo: el que informa sobre los chusmeríos o el que informa sobre los espectáculos, la vida artística del artista?
Sin dudas, el periodismo de espectáculo es el segundo que nombraste porque el otro es un género que gana cada vez más lugar y le quita cada vez más lugar al genuino periodismo de espectáculo. Y, que lo llamen periodismo de espectáculo implica bastante mala conciencia de quienes la ejercen porque si le decís lo que ustedes hacen es chisme ellos se ofenden, y, te dicen ‘bueno eso es un género como cualquiera’, pero lo que quiero decir es que debería buscarle otro nombre a eso. Lo que pasa como tiene mala conciencia lo que hacen lo disfrazan diciendo que eso es periodismo de espectáculo. Por otro lado, también esto encaja en un universo cultural donde hoy con la tecnología la vida privada de las personas se convirtió en un espectáculo del cual todos somos protagonistas. Sin dudas, defiendo y respeto mucho el trabajo de quienes van al teatro, hacen notas o como vos que llamas para hacer un anticipo. ESTO ES EL GENUINO PERIODISMO DE ESPECTÁCULO. Yo trabaje muchos años como crítico de teatro, La Nación, revista Noticias, Rolling Stones hice muchos años de periodismo de espectáculos, y, lamentablemente veo que es un género en retirada y que cada vez hay más chismeríos y cada vez menos periodistas de espectáculos, aunque usurpen el nombre.
¿Cuáles serían las funciones del periodista de espectáculo?
Difundir lo que se hace de todas las ramas del espectáculo y arte, hacer notas de anticipo, hacer informes, hacer entrevistas, redactar notas históricas, reflotar personajes, ocuparse también de la marcha económica de las distintas manifestaciones del espectáculo. Y por otro lado, ejercer el juicio crítico de ver un espectáculo y hacer un cierto análisis.
¿Cómo se vive la crisis económica del país dentro del teatro?
Con una gran merma de espectadores y con una crisis de producción muy grande. El otro día miraba un reportaje a Lino Patalano que decía “antes con un éxito se bancaba diez fracasos. Ahora con un éxito no bancas ni a ese éxito”, es decir, se repite lo que ocurre con todos los procesos productivos de cualquier área. Las condiciones económicas hacen cada vez más imposible producir nada. Pese a eso el teatro tiene una inserción tan importante en la cultura Argentina que hace que aún en las peores condiciones y aún a riesgo de perder dinero en una producción comercial o independiente, sin embargo, hay una pasión puesta en ese hace que el teatro sobreviva a las peores crisis y en eso tengo una mirada de esperanza.
Podes retirar tus entradas en las boleterías del teatro- Sarmiento 109, Avellaneda.