“Hicimos dos funciones ya: una que fue la presentación de la obra ‘Juana Vive’ y después hicimos en diciembre una función a beneficio de la fundación del Padre Paco. Y ahora regresamos para hacer está función el 14 de marzo. De alguna manera celebrando el mes de la mujer porque Juana era una gran luchadora y una defensora de los derechos de la mujer cuando todavía no existía la palabra feminismo”, comentó la actriz Luisa Kuliok en conversación en exclusiva con A SUBIRSE A LAS TABLAS.
¿Por qué crees que los libros de historia ignoran a las mujeres, que también fueron bastiones importantes para lograr la independencia?
Absolutamente. Pero la historia sabemos que ha sido contada mayormente por los hombres, y a veces por los hombres que no eran precisamente los que hacían el bien. Los poderes no son nuevos, la manipulación de lo que está bien o mal, de lo que es la soberanía, derechos, los intereses estuvo lamentablemente muy manejada por todos los hombres de poder, que la contaron como la querían.
¿Qué recuerdos te llevaste de la primera presentación de “Juana Vive” en el Teatro Roma?
Fue muy inmenso lo que nos pasó incluso porque como era la primera vez que hacíamos la función, era una suerte de estreno, pero no en una sala donde estábamos ensayando, no la había visto nadie la obra. Normalmente cuando uno va a estrenar una pieza, siempre se hacen ensayos generales con alguna gente muy cercana que uno respeta, que puede ayudar con una opinión, entonces uno comparte y sabe algo de lo que le va a pasar al público cuando la ve. No fue lo que pasó en este caso porque no la había visto nadie, más que nosotros tanto Roberto Romano (actor), Rosa Celentano (directora), el asistente y yo éramos los que estábamos viviendo la pieza hasta su estreno. Así que nos superó ampliamente todas las expectativas e ilusiones y todo lo que pensábamos que podía pasar con la pieza. Como muchas veces sucede la gente nos sorprendía con risas en momentos que ni imaginábamos, y eso es muy bueno porque la obra tiene humor, una mirada muy interesante. Es una pieza de un autor excelente- Andrés Lizarraga-, que luego terminó exiliado en Venezuela, falleció en Venezuela, y el escribió esta obra en el año 1972. Y Rosa Celentano (directora) hizo una adaptación extraordinaria de la obra porque quedó en un tiempo, que dura aproximadamente 1 hora y 15 minutos, donde sucede todo, entonces hay tiempo para la gracia, reírse, ironía, el drama, pensamiento, reflexión, dolor, lucha, hablar de los postulados de esta mujer y que era lo que se defendía, por qué luchaba y con qué herramienta luchaba; entonces pasamos por cantidades de sensaciones y vibraciones que al compartirse con el público fue verdaderamente revelador.
¿Sentís que Juana Azurduy se hace presente en el escenario?
Si, la siento en el lugar de mayor compromiso que es adentro en realidad. La siento y por eso también se llama “Juana Vive”. Esta sensación de que transciende sus doscientos años que está tan viva como cuando estaba luchando. La puesta de Rosa nos ha permitido que nosotros podamos expresar ya que pasó por el poncho, la chaqueta famosa, el sable, que le regalo Manuel Belgrano, estamos en el año Belgraniano ya que se cumplen doscientos años de su nacimiento. Juana Azurduy luchó al lado de Belgrano y se la nombra Teniente Coronel del Ejército, justamente por Buenos Aires por el pedido de Belgrano, de lo que era capaz de hacer esta mujer, y además para todos era como la Pachamama, la mujer tierra que defendía los derechos de todas y todos. También sabía hablar en aymara, quechua, español. Era una mujer muy bien preparada, y al mismo tiempo entregó su vida. Una gran libertadora, luchadora por todo lo que significa tener una patria libre. Como te decía no sé si es tenerla al lado, al costado, arriba, abajo y adentro. Esta sensación de estar atravesada por su propia historia y sus ideales.
¿Cómo surgió la idea de realizar una función a beneficio de la Fundación Isla Maciel?
Nosotros sabemos la obra que hace el Padre Paco, todo lo que pasa en la Isla Maciel. Sabemos lo difícil que es la tarea que llevan adelante y la entrega absoluta donde de alguna manera lo religioso se transforma en un sentido profundamente humanitario, trabajando codo a codo y con todo su cuerpo involucrado. Para mí siempre ha sido un ejemplo, una profunda admiración, y nosotros cuando hicimos la primera función, sabemos que Juana nació en Chuquisaca en lo que fue después Bolivia, todavía no estaba el Golpe de Estado. Cuando sucede todo esto y viendo que la amenaza sigue y los textos que parecen de una contundencia tan actual; la verdad sentí la necesidad de volver a hacerla rápidamente y que sea una suerte de ofrenda de lo que uno puede ayudar acá. Lo propusimos al teatro, el teatro estuvo de acuerdo, y entonces se acordó de hacerla. Yo creo que nunca uno se siente mejor cuando puede dar. Así que fue muy emocionante.
¿Cómo fue el encuentro que mantuviste con el Padre Paco, Jorge Ferraresi y Victoria Onetto?
Muy conmovedor. Victoria Onetto como secretaria de Cultura ha colocado desde el Teatro Roma y todas las posibilidades culturales de Avellaneda en un lugar estupendo, que también es ejemplo. Así que con ella llevamos adelante todo eso para poder concretarlo el 13 de diciembre, que era realmente una fecha especial ya que el día siguiente asumía nuevamente como intendente Jorge Ferraresi con una enorme cantidad de votos. Luego poder estar con el Padre Paco cuando pudimos entregar el cheque que correspondía a la recaudación. Todo muy emocionante. Yo creo que son momentos donde uno tiene que estar muy involucrado como ciudadana, ciudadano, patriotas perteneciendo a la Patria Grande, no solo a la Argentina. Yo creo que tenemos que trabajar y pensar en lo que es continentalmente toda América, la América Latina luchadora, la América desolada, la que ha trabajado y sufrido tanto y que tenemos que seguir manteniéndonos en pie luchando. Un periodista, que vino a ver esa función a beneficio, una de las cosas que me dijo es que “Es tan interesante esta obra, que tiene un sentido profundamente humanista y habla de luchas y guerras, porque es también se trata de una invitación a que cada uno saque la Juana Azurduy que tiene adentro”. Y creo que esa es la síntesis. No se trata de tomar un fúsil en este momento sino que se trata de que cada uno tomé su compromiso con la Patria, que es la comunidad, la memoria, la memoria de todo lo vivido que tiene que estar presente, el futuro para ser construido juntas y juntos. Todo eso tenemos que tener cada uno, no hay que estar involucrados de forma individual sino teniendo una alta conciencia de lo social y colectivo.
¿Cómo fue el encuentro que mantuviste con el Padre Paco, Jorge Ferraresi y Victoria Onetto?
Muy conmovedor. Victoria Onetto como secretaria de Cultura ha colocado desde el Teatro Roma y todas las posibilidades culturales de Avellaneda en un lugar estupendo, que también es ejemplo. Así que con ella llevamos adelante todo eso para poder concretarlo el 13 de diciembre, que era realmente una fecha especial ya que el día siguiente asumía nuevamente como intendente Jorge Ferraresi con una enorme cantidad de votos. Luego poder estar con el Padre Paco cuando pudimos entregar el cheque que correspondía a la recaudación. Todo muy emocionante. Yo creo que son momentos donde uno tiene que estar muy involucrado como ciudadana, ciudadano, patriotas perteneciendo a la Patria Grande, no solo a la Argentina. Yo creo que tenemos que trabajar y pensar en lo que es continentalmente toda América, la América Latina luchadora, la América desolada, la que ha trabajado y sufrido tanto y que tenemos que seguir manteniéndonos en pie luchando. Un periodista, que vino a ver esa función a beneficio, una de las cosas que me dijo es que “Es tan interesante esta obra, que tiene un sentido profundamente humanista y habla de luchas y guerras, porque es también se trata de una invitación a que cada uno saque la Juana Azurduy que tiene adentro”. Y creo que esa es la síntesis. No se trata de tomar un fúsil en este momento sino que se trata de que cada uno tomé su compromiso con la Patria, que es la comunidad, la memoria, la memoria de todo lo vivido que tiene que estar presente, el futuro para ser construido juntas y juntos. Todo eso tenemos que tener cada uno, no hay que estar involucrados de forma individual sino teniendo una alta conciencia de lo social y colectivo.
“Es mucho y muy importante lo que se ha hecho en Avellaneda. De manera que sin eso no podemos vivir, sin la memoria somos cosas. Este proyecto lo tenía la directora y quería que yo lo haga hace muchos años. Yo no me le animaba porque nunca había interpretado la vida de una mujer que existió. Para mí lo que fue la gesta de Doña Juana Azurduy fue tan enorme y fuera de todo lo imaginable, que yo decía cómo se cuenta esto desde un escenario, cómo una actriz puede meterse en su propio cuerpo y ser canal para que aparezca ese ser que fue la Juana. De pronto cuando surgió en el 2019 las candidaturas de Alberto Fernández y Cristina, sentí que era el momento de hacerla, intentar metérmela en el cuerpo y narrar sus historias y acciones. No sabía sí íbamos a ganar las elecciones o no, pero nos parecía que era el momento de que ella hable y cómo sea porque forma parte de la batalla cultural, hacernos comprender dónde están los valores, el reconocimiento de las otras personas y el derecho de todas las personas, no sólo de la igualdad sino de la equidad. Ese es nuestro faro. También yo sentía la necesidad de poder hacer con mis herramientas, quiero decir yo soy actriz, algo que aportará para un compromiso con la comunidad, sentía la necesidad de pararme en un escenario para contar estas grandes heroínas y que nos contagiemos también un poquito entre todos”, reflexionó Luisa Kuliok.
Y, concluyó: “A mí que la vida me dio la posibilidad de hacer a través de las novelas, esas mujeres capaces también de ir contra vientos y mareas y animarse a cosas realmente grandes como fue “La Extraña Dama”, Asunción Olazabal en el “Más allá del horizonte”, que también defendía los derechos de los indios. Me parecía que el teatro me estaba reclamando en este momento que yo asumiera también esa posibilidad, desde mi lugar, lo que tengo, lo que soy como un granito de arena más, y así sumando los granitos de arena llegar a una enorme playa donde todos podamos descansar y estar un poquito mejor”.
PUEDEN RETIRAR LAS ENTRADAS EN LAS BOLETERÍAS DEL TEATRO ROMA- SARMIENTO 109, AVELLANEDA.
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