Por Agustín Ochoa. A SUBIRSE A LAS TABLAS dialogó en exclusiva con el Director
del Museo de Monte Chingolo y Responsable del Patrimonio Cultural de la Universidad
Nacional de Lanús, Daniel López, sobre el documental “Monte Chingo, el tren y
su estación”.
“La biblioteca popular es un espacio que es muy presente
para el barrio, tiene una identidad muy fuerte inclusive el barrio. Por ejemplo
en el documental se cuenta la historia de cómo se funda la biblioteca popular
en el 2002. Se funda en un momento del país muy complicado porque el 2001 fue complicadísimo
para el país y producto de la necesidad que había en el barrio se reúnen un
grupo de vecinos, que cortan el pasto, pintan las paredes, y fundan una
biblioteca popular. Esa historia es maravillosa. Cuando me enteré de que en el
2002 lo habían fundado de esa forma la biblioteca, me pareció maravilloso”,
comentó el Director del Museo de Monte Chingolo y Responsable del Patrimonio
Cultural de la Universidad Nacional de Lanús, Daniel López.
El edificio de la estación de Monte Chingolo- en la
actualidad funcionan la biblioteca popular y el museo- es uno de los pocos edificios
que se mantienen en pie del ramal Avellaneda- La Plata del Ferrocarril
Provincia. (N.d.R: los demás edificios que quedan en pie todavía son Avellaneda-hoy
funciona el Museo Provincial- Parada Pasco- Gobernador Monteverde y La Plata).
Imagínate que en ese momento nadie pensaba en la estación
como estación, del valor de la estación, sino que era un nido de delincuencia a
todos los alrededores de la estación, entonces en vez de demolerla decidieron
arreglarla, apuestan con amor y trabajo, y fundan una biblioteca donde acobijan
a toda la juventud y adultos mayores del barrio.
Después con el tiempo y cuando nos dimos cuenta los
argentinos que en el país nos habían quitado los trenes, se empezó a darle
valor a la estación, a los ferrocarriles. Y el documental un poco es la
concientización de todos estos hechos, nos dimos cuenta de que había pasado
mucho en muy poco tiempo. Del 2002 hasta hoy se fundó la biblioteca, pasó la crisis
económica, los cuatro años del macrismo que fueron tremendo para el barrio, y
desde la biblioteca popular también se trabajó muchísimo en contención, en
apoyo escolar, y siempre es muy cercano al barrio.
En el 2015 se presenta un proyecto y se pide un subsidio
para el programa “Punto de Cultura” del Ministerio de Cultura de la Nación, que
era para hacer el museo. Entonces ya con la biblioteca funcionando, muy
conocida en la zona, así que el paso siguiente era la creación del museo y
poner en valor la estación. Ahí es cuando entró yo, que soy de la Universidad
Nacional de Lanús y soy el encargado del Patrimonio Cultural de la Universidad,
cuando me convocan. El subsidio era muy pequeño, aunque la potencia de la
biblioteca popular y sus integrantes me hicieron dar cuenta que se podía todo
ahí. Y lo que me llamó mucho la atención era la cercanía de los vecinos a la
biblioteca. Rápidamente se concretó el museo en el 2017. A fines del 2016
pusimos en valor un espacio de la estación donde funcionaba la boletería y
empezamos a trabajar con los integrantes de la biblioteca popular, la
Universidad de Lanús y los vecinos. Así que en el 2017 pudimos inaugurar
finalmente el museo y la inauguración del museo gana una beca y un integrante
de la biblioteca viaja a España donde se reunió con miembros de otras
bibliotecas de Latinoamérica. Así que el documental tiene que ver con todo esto,
tiene que ver con la cercanía de los vecinos. Fíjate que en el documental esta
Horacio Friol que fue jefe de estación, su esposa, habla La Pocha que es una
vecina del Barrio. Así que el museo no pretende llevar ni tener una actitud de
derramar sabiduría, sino que el museo se construye con el barrio. Entonces creímos
que era importantísimo y algo que vos señalaste re contra bien que es el resto
de las estaciones desaparecieron. Así que charlando con los compañeros y las
compañeras decidieron hacer este documental, que tenga todos los condimentos y cuente
la historia de la biblioteca y de la estación.
Ahí una parte del documental que aparece Martínez de Hoz y
cuenta como un iluminado y como si fuese algo bueno todos los kilómetros de vías
que levantaron, todas las estaciones que cerraron y todos los servicios que
cortaron. En un momento Martínez de Hoz carraspea porque se ve que se da cuenta
de la barbaridad que está diciendo. Cuando veo el video, cuando se estrena
informalmente porque lo trajo el Director que nos hace ver y enseguida incorporamos
el video al museo. En los últimos meses del año pasado, al museo asistieron mil
estudiantes de primaria y secundaria. Así que me pareció genial mostrar la
historia de los trenes en Argentina, la historia de la Biblioteca Popular, la
desidia anterior al 2001, es decir, la derecha trabajando a toda máquina, a los
pibes y a las pibas del barrio. Es increíble con la atención que lo miraban los
pibes y las pibas. Fue muy lindo mostrar sobre la fábrica Siam Di Tella,
algunas fotos. Hay pibes y pibas que no saben que en Chingolo existió una
fábrica de autos de la categoría de la Siam. Así que el documental es una herramienta
increíble para el museo. Lo que yo pienso es que es una genialidad porque el
documental es una construcción colectiva y las fuentes que se citan todo el
tiempo son los vecinos del barrio.
Con testimonios e imágenes el documental también pone en “ridículo”
los argumentos por los cuales el Gobierno Militar decidió cerrar el mencionado
ramal, por ejemplo uno de los argumentos fue que viajaban muy pocas personas y
en el documental muestra lo contrario.
Costó muchísimo el material de Martínez de Hoz hablando. Lo que
decís vos es muy acertado. Tengo 56 años, entonces yo viví esa época y en esa
época nos hicieron creer sobre lo que estaba bien. Para mi no es una cita de un
libro lo que dijo Martínez de Hoz, sino que es un tipo que me lo tuve que
bancar. Pero es como vos decís es muy fuerte pensar que hicieron un ferrocarril
los franceses y holandeses para mover gente, entonces era un tren que tenía una
mirada social. Fíjate que ese tren como dice Horacio Friol- el último Jefe de
Estación- se crearon pueblos alrededor de ese tren y funcionaban los pueblos. Lo
que tenía de bueno ese tren es que conectaba Monte Chingolo con los
alrededores, pero no con la Capital porque no hacía falta y tenía realmente una
mirada muy moderna para la época. Hemos tenido los argentinos un lavado de
cabeza, por ejemplo hacer creer que los trenes son obsoletos, y entonces
invertir en colectivos, camiones.
Algunos vecinos y vecinas me cuentan con una nostalgia increíble
la llegada del tren a la mañana y que se bajaban entre 200 y 300 personas y cuando
bajaban de la estación iban caminando por Kloosterman para ir a la fábrica a
trabajar, muchas de esas personas venían de San Francisco Solano y compraron un
terreno y construyeron en Chingolo porque era un lugar con muchísimo trabajar. Y
hoy Chingolo es solamente recordado por el copamiento del regimiento, y es una
injusticia total. Es increíble el ADN que tiene Monte Chingolo y su gente. La identidad
que tiene. Así que a pesar de todo lo que le hicieron a Chingolo y de todo lo
que hicieron creer que Chingolo era el copamiento del Cuartel, Monte Chingolo
nunca perdió su identidad.
Pero nosotros nos dimos el gusto de que en España, donde fue
la Beca, pusimos a Monte Chingolo en el mapa porque Fernando Martínez, fue el
que viajó, contó y mostró fotos de lo que se había hecho y todos los representantes
se quedaron “enbobados” y no podían creer lo que habíamos hecho, con quiénes lo
habíamos construido y el presupuesto que habíamos usado. Así que por más que
nos quieran hacer creer todas esas cosas, nosotros sabemos quiénes somos, y por
sobre todo sabemos a donde vamos.