Por Agustín Ochoa. En conversación en exclusiva con A
SUBIRSE A LAS TABLAS, el reconocido charanguista, cantautor y productor
santiagueño Ramón Álvarez repasó sus comienzos en el folclore, sus
primeros conciertos, proyectos musicales, su actualidad, el lanzamiento de su próximo
disco, entre otros temas.
“Los recuerdos son muchos porque comencé a los ocho años,
aunque lo que más recuerdo fue ir a Buenos Aires cuando tenía nueve años para
hacer prensa y visitar varios programas de televisión, como por ejemplo el de
Carmen Barbieri- “Sí lo sabe, canté”-, Georgina Barbarrosa. Ese año fue hermoso
porque además, llevé una estatuilla para donar en la Casa Garraham, que medía 1,5
metros y tenía la imagen de un changuito santiagueño, en nombre de todos los
niños de Santiago del Estero. Son recuerdos imborrables”, recordó el músico,
oriundo de La Banda, sobre sus primeros pasos en la música Argentina.
¿Qué fue lo primero que se te vino a la cabeza cuando te
subiste por primera vez a un escenario?
Mi primera vez fue a los ocho años en el Festival Nacional
de la Chacarera cuando formaba parte de un grupo musical infantil “Dulce
Despertar”. Lo primero que sentí fue una sensación de alegría y adrenalina al
estar parado ante 30 mil personas, y desde ese momento me di cuenta de que eso
era lo que quería para toda mi vida y sentí esa sensación hermosa de estar
arriba del escenario. Yo escuchaba mucho a Alito Toledo de “Los Manseros
Santiagueños” cuando se juntaban en mi casa con mis padres a compartir, cantar
y escuché que él andaba actuando por todos lados y quería sentir esa sensación.
¿Cómo llegó la música a tu vida?
Creo que la música llegó desde la panza porque en casa mi
mamá es maestra de música y toca el piano desde los 15 años, mientras que mi
papá es músico, cantor y guitarrero. Antes de que yo naciera, en mi casa había muchos
encuentros en el quincho de Cadaby, también venían muchos músicos. Cuando estaba
adentro de la panza y sonaban acordes, se reían ya que me movía. Después, desde
el jardín, me encantaba participar cantando y bailando en los números de fiestas
hasta que a los ocho años comencé a pisar los escenarios más importantes del
país. Creo que la música comenzó a vibrar por mis venas cuando salí de la panza
de mamá.
Tu profesión te ha llevado recorrer grandes escenarios
del país y países latinoamericanos, entre ellos fuiste a Venezuela y Panamá a
participar del primer encuentro de conciertos de charangos: ¿Qué recuerdos y
enseñanzas te dejó esa experiencia?
Si, doy gracias a Dios de que la música me llevó a conocer
diferentes puntos del país y de Sudamérica, en manos del charango representando
a Santiago del Estero. Son encuentros muy culturales donde intercambie costumbres
de diferentes partes del mundo, como por ejemplo intercambiar música colombiana
en charango, música europea y asiática en charango. Conocí las diferentes formar
de ejecutar y del color que se le puede dar. Un recuerdo muy bonito, que me
quedo grabado, fue cuando estuve dando mi concierto en Cuzco-Perú-,
precisamente en el Teatro de la Universidad ya que me sorprendió muchísimo que
conozcan la chacarera y que toda la sala canté conmigo “Santiago Querido”, gran
obra de mi amigo Leo Dan. Todo lo que te deja esos encuentros son amigos, que
hasta el día de hoy tenemos comunicación e intercambiamos música e ideas.
¿En qué momento de tu carrera musical te agarró la cuarentena?
Creo que me agarró en el momento que mi nuevo proyecto
estaba tomando un poco vuelo; me estaba ganando un lugar en diferentes partes
del país, como Córdoba-Rosario- Tucumán- Jujuy. El año pasado estuve de gira
por esas provincias y tuve muy buena aceptación ya que es algo nuevo en el
mercado musical y en el oído de la gente, precisamente de los jóvenes ya que no
están acostumbrados a escuchar un “Taquito Militar” o un “Libertango” en una
peña folclórica o un festival.
Mi desafío es hacer música de mi autoría y temas clásicos; por
ejemplo de los maestros Astor Piazzola, Mariano Mores, Andrés Chazarreta; a una
nueva forma de ejecutar, como es con el charango acompañado con guitarra eléctrica,
bajo y batería.
Un poco el párate me ayudo a acomodar mis canciones, de reorganizar
mis composiciones, seguir trabajando en producciones de artistas, como de “Lancuyen”,
de un grupo de Canadá y artistas santiagueños; y de participar en la producción
de Rodrigo Tapari de la canción “Es tan grande este Amor” con el productor
Rastry.
¿Qué novedades musicales vamos a encontrar en tu nuevo
material discográfico?
El año pasado grabé en vivo en los Estudios Penny Lanne de
Rosario con mi gran equipo de trabajo (Marcos Barceló en guitarra, Ángel Mitre
en batería y Victor Lastra en bajo). Fuimos y grabamos el disco de doce temas
en seis horas. Se trabajo mucho en la pre-producción en mi estudio de grabación,
ubicado en La Banda- Santiago del Estero. Fue un arduo trabajo de muchas horas
de grabación, concentración y teníamos el desafío de hacer algo nuevo, entonces
no tenía que haber un margen de error porque teníamos un día de grabación. Gracias
a Dios, salió todo como lo habíamos proyectado y hoy tengo el disco debajo del
brazo y a punto de sacarlo. Cuando pasé un poco está crisis en la que estamos
inmersos todos, la gente esté más tranquila y no tan preocupada, saldrá mi
disco para que lo puedan disfrutarlo y recibirlo con el mismo amor que se lo
grabó. Será un disco con muchos colores musicales. También, habrá temas de mi autoría
y con grandes músicos invitados, como Marcelo Mitre y Demi Carabajal.
A fines del año pasado lanzaste una muy linda canción,
que forma parte de tu nuevo disco, “Sólo para Ti””: ¿Qué mensaje intentas
transmitir?
Sí, fue un adelanto del disco. “Sólo para Ti” la tengo
compartida con un gran amigo Ramón “Pochi” Carrillo. “Sólo para Ti” habla de un
amor lejano.
Algunas de mis composiciones hacen referencia a historias de
amor y desamor que las cuento en mis canciones. Lo lindo de las canciones es
que cada persona la adapta para su propia vida dándole una interpretación diferente,
por eso nunca me gusta ponerles un género a las canciones ya que una mujer le
puede dedicarle ese tema a un hombre y un hombre a una mujer.
¿Qué representa para vos Santiago del Estero?
Representa mis raíces, mi esencia y vida. Es la tierra donde
nacieron mis abuelos, mis padres, yo nací, me críe y hoy vivo en esta hermosa
provincia, que se respira chacareras, donde en cada esquina hay un amigo, se
conservan las tradiciones y quisiera que mis hijos en un futuro crezcan en esta
tierra.
Breve reflexión sobre el lugar que ocupa la música en tu
vida.
El lugar que ocupa la música en mi vida es el 100 por ciento
de mis días. La elegí a los ocho años y con treinta y tres años me sigue erizándome
la piel cada vez que tocó o suena un acorde.