La destacada actriz y cantante de tango interpretó clásicos como Yuyo Verde; Tinta Roja; y Naranjo en Flor, en el cierre del concierto de la Orquesta de Cámara de Almirante Brown en el Instituto Municipal de las Culturas.
“Una gran alegría de todos y al mismo tiempo diría la complejidad de tantos que escuchaban cosas que las conocían, pero las veían y sentían hechas de otra manera; entonces lo supieron después reconocer. Todo eso cuando viene de parte joven, como en el caso tuyo ahora, eso a uno le enaltece mucho más y agradezco de todo corazón”, sostuvo.
Además, manifestó: “Los artistas tenemos hijos que son muy buenos cada uno en lo suyo; protegen la historia de la música en la Argentina; y se pierden estas presentaciones que realmente nos dejaron más que felices a todos los que intervenimos en el concierto”.
“Pablo Agri es alguien a quien nosotros queremos mucho. Desde siempre le deseamos lo mejor. Es una persona que se pasa la vida tratando de hacer participar a cada artista que ve de pronto sobre temáticas que naturalmente no son de él solamente, sino es una temática de todos y cada uno de nosotros que formamos parte de …”, destacó sobre la figura del violinista browniano.
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“Cada una de esas atenciones que los pueblos tienen con una están dirigidos a que no nos olvidemos; detengamos la memoria colectiva frente a estos obsequios, que nos hacen más deleitadores de lo que hacemos frente a quienes lo hacemos. Sabiendo que hay un grupo humano bastante diferenciado de otros”, expresó sobre la distinción recibida.
Y, agregó: “Esta noche han demostrado de qué manera nos tienen presentes y nos agradecen todo lo que hacemos nosotros no sólo en casa, sino que también por el mundo”.
Por otra parte, Rinaldi opinó que “la música argentina creció notablemente” e indicó que “el tango no es el que existía cuando era pequeña”.
En ese sentido, admitió: “Me enamoré de ese cancionero y al mismo tiempo tuve una madre que se divertía de verdad imaginando que la hija algún día iba poder intervenir e interpretar todo lo que ella ya había interpretado. Mi madre era una señora común y corriente, pero amaba profundamente la historia del tango y fue ella la que me lo inculcó sin duda alguna”.
“Quería estudiar música clásica y llevarla adelante desde todo tiempo y lugar, pero ganó el tango porque tuve que dejar mi país y cuando llegué a Europa me encontré con gente que cuando se enteró que trasladaba conmigo la música argentina y que esa música argentina era lo que era; de pronto me hicieron presentaciones notables”, contó.
Finalmente, hizo mención a su hija Ligia Piro. “Ligia hace su camino que es otro diferente, pero al mismo tiempo con la misma fuerza que la madre, canta lo que canta. Ha hecho la intención de llevar adelante la posibilidad de tararear un poco el tango, pero termina y me dice:- “mamá no soy para esto, no sirvo para esto”, pero sí, sirve para la historia de Jazz que no es poco y como lo hace, maravilloso”.