También resultó cuesta arriba generar una demanda genuina de libros: los lectores del pueblo se fueron acercando en forma paulatina y los primeros usuarios se fueron habituando a contar con este tipo de servicios. A los pocos meses de su apertura la Rojas Paz se había establecido como un referente ineludible de lectura y expresión cultural. Una de las claves fue crear un centro de alfabetización y una escuela nocturna para adultos que para Soldi fueron su mayor orgullo y satisfacción. Un día, con la emoción de haber confirmado que su donación se había cristalizado en frutos concretos, Raúl Soldi conoció a una señora de 70 años que, poco antes de ingresar en el centro de alfabetización de la biblioteca, no sabía ni leer ni escribir, y una noche pudo redactar con su puño arrugado y su tímida letra una carta destinada un hijo residente en otra provincia.
La biblioteca fue además la semilla de la Fundación Santa Ana que alberga parte de la colección del artista. Y fue cuna de las primeras muestras de arte, diversos talleres de cocina y de oficios y un espacio para las clases de música y folclore. De hecho, aún hoy lo es. Poco a poco la Biblioteca Pablo Rojas Paz pasó a ser un lugar jerarquizado de cultura popular en todo el departamento de Almirante Brown: a principios de los 70 albergó a la primera radio de circuito cerrado del pueblo y una de las primeras de la provincia con fines exclusivamente culturales y no de índole comercial.
Su acervo bibliográfico hoy supera los 33000 volúmenes. La colección es rica, plural y variada y se compone también de revistas y publicaciones periódicas junto a ediciones de formatos digital en CDs y DVDs. Su público es heterogéneo, aunque durante el período lectivo sus lectores suelen ser niños en edad escolar y jóvenes estudiantes.
La Biblioteca Popular Pablo Rojas Paz es reconocida en las localidades vecinas y otras que integran el departamento. Varias generaciones de habitantes de Glew se nutrieron de sus servicios, habiendo sido muchos de sus habitantes asociados a la institución principalmente durante el período de cursado de estudios primarios y secundarios.
Así es como realiza la labor para la que fue creada: un espacio de lectura, cultura y expresión. Porque además de libros en la biblioteca actual se desarrollan diversas tareas de extensión cultural mediante el dictado de distintos cursos: piano, matemática, inglés, yoga y taller literario. Una novedosa forma de vinculación con las nuevas generaciones se da a través de las visitas a la biblioteca que realizan los distintos cursos de alumnos de establecimientos educativos de la ciudad de Glew, siendo éstos del nivel inicial –jardines de infantes- y del nivel primario en los que se habla de arte y libros. De hecho, uno de los principales tesoros de la biblioteca está en su colección bibliográfica sobre Arte y Artes plásticas. Aunque también son de destacar los textos literarios; además de los libros destinados a educación y formación docente.
En la actualidad, el Municipio de Almirante Brown, a través del Instituto Municipal de las Cultural, realizó dos murales en homenaje a Raúl Soldi y Pablo Rojas Paz en su fachada.
interesante análisis. muy buena la difusión.
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