Por Agustín Ochoa. El músico, compositor y eximio intérprete de armónica Franco Luciani se presentó frente a una multitud en el Instituto Municipal de las Culturas de Almirante Brown, en el marco del Programa “Brown en Vivo”. “Un lindo recuerdo porque sigue siendo parte de un gran reencuentro todavía por todo lo que hemos pasado”, comentó.
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Ph: José Cabrera |
"Tocar en este lugar, que era un sitio de comercio y hoy está recuperado como un centro cultural, fue maravilloso. Lo que me gusta es que sea un lugar de la cultura. Estamos en un mundo del consumismo muy fuerte, pero la cultura necesita su espacio, hay situaciones donde la cultura no tiene su lugar y un sitio así recuperado para el arte me parece muy valioso”, manifestó el músico rosarino en conversación con A SUBIRSE A LAS TABLAS.
¿Cómo viene la producción del nuevo disco?
Viene muy progresiva, aunque prácticamente está todo grabado. Es un disco que por ahí se asemeja con “Tangos improvisados” realizado hace poco con el maestro José Colángelo, pero en este caso netamente de folclore, en un formato de trío más la armónica y mi voz en el cual interpretamos canciones folclóricos puntualmente de una región porque no sé si voy agregar algo del litoral o pampeano o de cuyo , aunque sí, muy del noroeste , básicamente en repertorios de zambas, escondidos, gatos y chacareras. Tengo muchas ganas de sacarlo a la usanza actual, seguramente se irán publicando algunos adelantos y en un momento saldrá todo el material completo. Tenemos muchas ganas de tocarlo y esta noche estuvimos adelantando algunos.
¿Cómo y cuándo llega a tu vida la armónica?
A mis 16 años un amigo llevó una armónica a la escuela, me la prestó, la llevó a mi casa y es como que me gustó mucho. Después empecé a buscar otras armónicas, mi papá me dijo está buena esa armónica, con mis hermanos una vez por semana ayudábamos a nuestro viejo y salíamos con la camioneta, entonces de la guantera sacó una armónica y él me ayudaba a sacar melodías, mi papá era más jazzero, por ahí agarraba una melodía del jazz y hacía sonidos con sus labios para que sacará muchas melodías. Mi viejo me dice vos tenes facilidad para un instrumento melódico porque yo tocaba percusión y batería, como así también melodías con las placas, el xilofón, los timbales debido a que estudiaba percusión de orquesta, pero era más que todo rítmico. La primera vez que comencé a tocar la armónica fue como baterista y percusionista, por ejemplo, en un concierto por ahí yo dejaba de tocar la batería y la percusión para agarrar la armónica. Entonces cuando terminaba el recital la gente se acercaba y me decía que lindo lo de la batería y percusión, pero lo que hiciste con la armónica me encantó o venía uno a decirme que no sabía que se podía tocar una zamba o un tango con la armónica. Todo eso hizo que me siga haciendo ruido en la cabeza, hasta que decidí crear un grupo tocando solamente la armónica y a los pocos meses decido hacer el Pre-Cosquín; ganó el Pre-Cosquín a nivel nacional y soy revelación del festival todo con la armónica. Eso lo tomé como un mensaje de que parece va por acá, eso fue a mis 20 años y ahí comienzo con mi carrera profesional. No empecé con la armónica, si no que fue apareciendo lentamente y fue con sucesos fuertes por el cual yo decido que la armónica me esté hablando.
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Ph: José Cabrera |
¿Se podría decir que Cosquín marcó un antes y un después en tu carrera?
Sin duda alguna y sé que lo hacen muchos artistas. El Pre-Cosquín es muy interesante y una competencia de arte y danza, pero para mí significó no sólo la importancia de ganar un Pre-Cosquín y ser revelación después, sino que fue el mensaje a cambiar y tomar otras decisiones. Fue importante por el peso del premio, pero también me ayudó a vislumbrar que la armónica era mi instrumento debido a que hasta ese momento tenía dudas sobre qué hacer.
Breve reflexión sobre el lugar que ocupa la música en tu vida.
¡Uf! Es todo. La música es mi vida definitivamente porque empezó siendo netamente lúdica o de amor artístico, después fue creciendo y hoy también es mi trabajo. La música es todo para mí, es mi vida, mi familia, trabajo, pero nunca se perdió ni se debe perder eso lúdico. El momento del concierto es el más corto, incluso si te vas de giras y tocas veinte conciertos todos los días, es una hora y media de 24, o sea siempre es una porción pequeña de tiempo, entonces ahí es donde se da la entrega, donde haces una cosa lúdica, donde hay que divertirse obviamente con toda la base del trabajo día a día de la profesión y eso es lo que la música es para mí.