Más de quinientas personas asistieron a la función de “El Cuarto para Verónica” en el Teatro Municipal Roma de Avellaneda.
Por Agustín Ochoa. En una entrevista concedida de forma exclusiva a A SUBIRSE A LAS TABLAS, los protagonistas de la pieza teatral “El Cuarto de Verónica” Silvia Kutika y Fabio Aste contaron los recuerdos que se llevaron de la función de Avellaneda, lo que más les gusta de esta obra, sus comienzos en el teatro, entre otros temas.
¿Qué recuerdos se llevan de esta función?
S.K: En primer lugar, el teatro es alucinante y hermoso. Es grato ver cómo lo cuidan, lo mantienen y las actividades que ofrecen. En segundo, el aplauso, que tuvimos, fue maravilloso y ver a la gente parada de la platea y de los palcos con ese cariño y esa energía que nos devuelven, eso es lo que te llevas, además de que estamos contentos porque sentimos que hicimos una buena función, ofrecimos el corazón a la gente. Así que fue bien recibido y devuelto esa energía quintuplicada.
F.A: Es una placer enorme trabajar en este teatro porque son de esos teatros donde no hace falta hacer nada más que hacer lo tuyo y ocuparte debido a que la acústica es perfecta, visualmente es maravilloso. Todo está puesto con un arte , amor y una grandiosidad. Es un género muy particular porque es un thriller psicológico que no se hace habitualmente en teatro, entonces la gente lo recibe de una forma novedosa, lo abraza con mucha aceptación, le gusta y se inquieta. Es una obra en la que pasan muchas cosas y al público le pasan muchas cosas, es decir, se angustian, inquietan, por momentos se divierten. Es siempre un placer la recepción que tenemos por parte del público, así que es muy satisfactorio hacerla a donde la hagamos.
¿Cómo es hacer terror en teatro?
F.A: Está bueno porque tiene eso de la inmediatez del contacto con el público quien te escucha hasta la respiración. Entonces vas sintiendo cómo va cambiando la energía de la gente que pasa de reírse, a estar como “chichonera”, con ganas de jodita y de golpe se empiezan a poner duritos, vez que la respiración se entrecorta, ya no habla más nadie. Siempre el teatro te da esta cosa del contacto con el público y estar como muy vivo ahí donde no tenes posibilidad de edición, de cortar, de volver para atrás. Una cosa como el terror en el teatro es muy candente.
S.K: Lo que nos dicen es como ver cine, pero en vivo con los actores ahí. Es una obra maravillosa.
F.A: El autor nunca la quiso hacer en cine. Recibió un montón de ofertas para hacerla en cine. La historia transcurre en un cuarto y tranquilamente se la puede hacer en cine porque se podría contar lo que no se ve, lo que pasa antes incluso realizar flashbacks al pasado, pero no, él la tiene concebida para que transcurra en un cuarto, en el teatro y realmente todo sucede ahí, in situ, en momento presente. Está muy buena.
¿Qué es lo que más disfrutan de hacer “El Cuarto de Verónica”?
S.K: Es una propuesta diferente. Es un género que no se hace en el teatro. La directora logró amalgamar y que cada instrumento, que somos los actores, tocaramos esta misma música. De mi compañeras que las disfruto todas las noches, las veo diciendo que maravillosos son, los veo crecer y nunca quedarse tranquilos, es como que ves que cada uno va buscando cómo alimentar sus personajes sin irnos de la propuesta de la directora y lo que propone el autor. Después la respuesta de la gente es maravillosa, así que te llevas un bagaje de cosas.
F.A: Esta obra tiene un condimento muy particular porque yo la vi cuando era chico, la vi con Susú Pecoraro, Alberto Argibay, Germán Kraus y María Baser en un teatro que no existe más que es el Olimpia y quedé flasheado. Imagínate que a los 12 años ver esta obra y tener la oportunidad de hacerla siendo actor para mí es una magia increíble porque cada vez que la hago recuerdo mis primeras impresiones de cuando la veía con mis padres. Mi papá me decía a donde queres ir y le respondía al teatro o me pasaba a buscar por casa e íbamos al teatro y así vi obras que me marcaron. Tener la posibilidad de hacerla es como completar tu historia y es muy loco lo que me pasa a nivel personal con esta obra. Así que adoro esta obra, de hecho cuando terminé de ver la obra me compré el libro, la leí muchas veces, hacía todos los personajes en mi cuarto. Me encanta hacer esta obra. Silvia y yo tenemos la posibilidad de hacer tres en uno, que si bien hay un sólo personaje, pero se desdobla. Es lo único que podemos decir sin spoilear nada, entonces desde el punto de vista artístico te permite un lucimiento, que está bueno, porque vas mostrando diferentes facetas en una misma obra.
¿Cómo les llega el teatro a sus vidas?
S.K: Llega un poco más grande porque a partir de ser mamá decidí estar más tiempo con mi hijo, sobre todo a la tarde y noche con Santi. Entonces yo hacía televisión y generalmente las propuestas de teatro no las aceptaba debido a que no quería perderme la cena con Santi, el baño con el bebé. Llegó en el momento justo, cuando estaba un poco más madura como actriz, como más formada, era el momento que me empezó Santi a decirme: “Dale mamá. Déjate de hinchar” o “Ma ya está. Podes ir a hacer teatro. Si te dan una obra que te gusta, déjame tranquilo”. Así que creo que llega cuando tiene que llegar. Llegó en el momento apropiado y cuando supe del disfrute del teatro.
F.A: A mí me llegó de muy chico. Mi papá era escenógrafo a pesar de que era licenciado en administración de empresas. Mi papá amaba el teatro, entonces yo conocí el teatro de su mano a pesar de que me combatió, me decía no sigas eso porque te vas a cagar de hambre. Soy actor gracias a mi viejo, él forjó ese camino, me llevó de la mano y tiene mucho que ver mi decisión con él. En cuanto a lo profesional, empecé a estudiar teatro de muy chico, hacer obras independientes, luego me metí mucho en tele y cine, pero el teatro un poco más power ya de grande porque hice mucha tele antes.
Breve reflexión sobre el lugar que ocupa el teatro en sus vidas.
F.A: Un lugar muy protagónico. Imagínate que aparte de ser un medio de vida, tiene que ver con el juego, con algo lúdico, o sea, no todo el mundo tiene la posibilidad de tener en claro lo que le gusta hacer y hay mucha gente no sabe si tiene una vocación y trabaja para subsistir de lo que venga. Así que tener en claro lo que te gusta y poder convertirlo en tu medio de vida es un placer que yo agradezco constantemente. Entonces el teatro es el medio de vida, es el placer cotidiano, es el juego. Si bien no es la vida porque uno comete el error en este medio de creer que la vida es la profesión y así muchas celebrities se terminan suicidando cuando le vienen el ocaso y con eso hay que tener mucho cuidado, pero es una parte importante porque se juntan la sobrevivencia con el amor o la pasión, entonces cuando esas dos cosas van de la mano es muy fuerte lo que sucede.
S.K: Me pasa lo mismo que a Fabio. Es una profesión que uno ama y elige, entonces laburas de algo que adoras y lo disfrutas. Es un lugar de juego que te permite ser ese niño y probar cosas sin que nadie te diga esto no, explorar rutas y solito es como que va decantando a medida que vas ensayando. Es algo para corregir, pero es un lugar de vida y muerte porque siento cada vez que salgo al escenario es como que me estoy muriendo un poco, la sensación es como de una adrenalina y de querer dejar toda la energía y el cuerpo ahí arriba y cuando termina la función te sientes “sansón” entre el aplauso y totalmente lleno. Es una montaña rusa de emociones.
F.A: En un punto estás solito, no tienes la posibilidad de que alguien te ayude y de decir corten y va de nuevo. Tenía un sueño muy recurrente y ahora no lo tengo más, pero lo tuve durante mucho tiempo, que salía desnudo al escenario y sin saber qué obra tenía que hacer, qué texto tenía que decir, solamente sabía que me tocaba a mí, se abría el telón y yo totalmente desnudo decía ¿Y ahora què?, sala llena y todos mirándome. Tremendo. Para que tengas una idea de lo que en un punto sucede cuando uno sale a escena.
A pedido del público, "El cuarto de Verónica" regresa el 1 de octubre a partir de las 21 al escenario del Teatro Municipal Roma de Avellaneda. Para retirar las entradas se pueden dirigir a las boleterías del teatro ubicado en Sarmiento 109, o a través de Plateanet