Se llevó a cabo un significativo acto en la Escuela Secundaria N° 29 de Monte Grande, donde el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, junto a la comunidad educativa, celebró la imposición del nuevo nombre de la institución: María Claudia Falcone. Este cambio de nomenclatura se inscribe en un contexto de homenaje a la memoria de una joven valiente que se destacó por su lucha en defensa de los derechos estudiantiles.
Durante la ceremonia, Fernando Gray expresó su alegría por estar presente en un día tan especial, resaltando la importancia de la escuela para la comunidad y recordando el legado de María Claudia Falcone, quien, a sus 16 años, fue víctima de La Noche de los Lápices. Este trágico episodio de la historia argentina, ocurrido durante la última dictadura cívico-militar, representa un capítulo oscuro en la lucha por los derechos humanos y la educación. La joven fue detenida, secuestrada y desaparecida el 16 de septiembre de 1976, mientras abogaba por el acceso al boleto estudiantil como parte de su compromiso con la justicia social.
El acto estuvo marcado por la emoción y el reconocimiento. Gray, junto a Mariela Romero, directora de la escuela, y Lucía Ibarra, jefa Distrital, descubrieron una placa conmemorativa que permanecerá en el recinto como símbolo del homenaje a Falcone. La iniciativa de renombrar la institución fue impulsada por las alumnas y los alumnos de 4° y 5° año, quienes participan activamente en el Programa Jóvenes y Memoria, una propuesta educativa que busca fomentar la reflexión sobre los derechos humanos y la memoria histórica.
Este gesto no solo rinde tributo a una joven que sacrificó su vida en la lucha por la defensa de sus derechos y de sus compañeros, sino que también invita a las nuevas generaciones a recordar la importancia de la participación activa y el compromiso cívico. En tiempos donde la declinación de los valores democráticos puede ser una preocupación, es fundamental que instituciones como la Escuela Secundaria N° 29 se conviertan en faros de memoria y enseñanza, transmitiendo a sus estudiantes la relevancia de la historia y la defensa de sus derechos.
En conclusión, el renombramiento de la escuela es un paso significativo hacia la construcción de una sociedad más justa y democrática, donde la memoria y la lucha por los derechos humanos sean pilares fundamentales. La comunidad de Monte Grande, a través de sus estudiantes y educadores, ha dado un ejemplo inspirador de cómo el legado de aquellos que lucharon puede perdurar y motivar a las futuras generaciones a continuar la senda de la reivindicación y el respeto.