Por Agustín Ochoa Ortega. Avellaneda, a menudo eclipsada por la omnipresencia de Buenos Aires, ostenta con orgullo un legado cultural que la define como una auténtica cuna del tango. Más allá de su perfil obrero e industrial, esta ciudad, emplazada a las puertas de la capital, vio nacer a figuras icónicas que marcaron la historia del género.
Pero la influencia de Avellaneda no se limita a sus hijos pródigos. Sus clubes, puntos de encuentro social y cultural, fueron testigos del florecimiento de las más renombradas orquestas de la época de oro. La Orquesta Municipal de Tango, creada a principios del siglo XX, es un testimonio vivo de la pasión tanguera que siempre latió en el corazón de la ciudad. Y en sus teatros, como el Colonial y el Roma, resonó la voz inconfundible del "Zorzal Criollo", Carlos Gardel, quien cautivó a multitudes con su arte inigualable.
Esta tradición, lejos de extinguirse, se mantiene viva gracias al compromiso de las nuevas generaciones y al retorno constante de sus grandes artistas. Recientemente, el "Cantor de Buenos Aires", Carlos Morel, regresó a su Avellaneda natal para ofrecer un concierto memorable junto a la Orquesta Municipal de Tango en el Teatro Municipal Roma. La velada, que colmó las butacas del teatro, fue también la ocasión para la presentación de su libro, fruto del talento de la escritora avellanedense Viviana Palevski.
La historia de Carlos Morel, nacido en Gerli en 1958, es un ejemplo del talento que surge en Avellaneda. Su debut en la orquesta de Eduardo del Piano en el mítico "Cabaret Marabú" lo catapultó a la fama tras ganar el concurso "Grandes Valores del Tango" en 1980. Su carrera lo llevó a compartir escenarios con leyendas como Roberto Goyeneche, Juanjo Domínguez y Atilio Stampone, e incluso a formar parte del espectáculo "Forever Tango" en Estados Unidos. Tras años de trayectoria, regresó a Argentina y actualmente deleita al público en la casa de tango "La Ventana", demostrando que el alma tanguera de Avellaneda sigue resonando con fuerza. Avellaneda, sin duda, es mucho más que un suburbio de Buenos Aires; es un faro cultural que ilumina la historia del tango.
A SUBIRSE A LAS TABLAS conversó en exclusivo con el cantor de tangos Carlos Morel:
Al estar arriba del escenario del Teatro Municipal Roma de Avellaneda: ¿Se te vino a la cabeza ese pequeño Carlos Morel que soñaba con ser cantante?
C.M: Obviamente, fue una tarde muy especial por varios motivos. Primero, por la presentación de un libro, que no es poca cosa, el libro que escribió Viviana Palevski, que se llama Carlos Morel, el cantor de Buenos Aires. Segundo, por haber tenido la fortuna, de que a uno lo sigue mucha gente, de haber llenado el teatro, que por lo que me comentaba el director de la orquesta del tango, Diego Lerendegui que no era fácil traer gente al teatro. Sin embargo, lo llenamos de bote a bote, teniendo personalidades como Silvio Soldán, Ricardo Chiqui Pereira, una serie de compañeros artistas que estuvieron presentes, y con invitados de lujo como Néstor Fabián, Alberto Bianco, Néstor Rolán, con un cuarteto dirigido por Tony Gallo, y también con la participación especial de la orquesta del tango de Avellaneda.
Fue un show muy emocionante de por sí, con tremendo en calidad, y después obviamente se te mueve todo, porque en el libro de un testimonio de mi mamá, que falleció hace dos años, fue muy importante en la vida no solamente mía, sino en mi carrera, sino también de mis alumnos, de mi familia, entonces que haya un testimonio en este libro de ella y cantarle el tango que a ella le gustaba, que era Suerte Loca, no fue fácil, y viendo a mi hija más chica llorar en la segunda fila, que casi me quiebro, pero bueno, pude terminar el tema, así que eso te mueve todo, sentimientos, obviamente volvéis a los momentos cuando empezaste, a cuando cantabas en las casas de familia.
En definitiva, lo más importante de todo fue haber podido cantar para mi gente, para la gente de Avellaneda, haber tenido la presencia del Intendente, que es un amigo, Jorge Ferraresi, a quien felicité también al secretario de Cultura, a Federico, a quienes felicité por cómo tiene este magnífico teatro, que ya de por sí es bellísimo, pero lo tienen, que es un lujo, así que bueno, son un montón de sentimientos encontrados que hacen de que obviamente sea muy emocionante todo.
¿Cuán importante fue tu mamá en tu carrera artística?