El municipio de Ezeiza, bajo la gestión del Intendente Gastón Granados, ha anunciado la recuperación de la Quinta Santa Bárbara, un emblemático sitio de valor histórico y cultural para la comunidad local. La noticia fue confirmada por el propio Granados a través de sus redes sociales, generando gran entusiasmo entre los vecinos.
Junta de Estudios Históricos de Ezeiza |
Ubicada estratégicamente sobre la Avenida presidente Néstor Kirchner al 430, la imponente estructura de la Quinta Santa Bárbara se enfrentaba a la inminente amenaza de demolición para dar paso a la construcción de locales comerciales. Ante esta preocupante situación, el Ejecutivo municipal actuó con celeridad, iniciando las gestiones necesarias para revertir el proceso de venta y asegurar la preservación de este valioso patrimonio.
"Es una muy buena noticia para los que queremos la cultura y el patrimonio histórico", expresó el Intendente Granados, subrayando la importancia de esta recuperación para la identidad de Ezeiza. Asimismo, adelantó que, en los próximos meses, la Quinta Santa Bárbara abrirá sus puertas al público, permitiendo que todos los vecinos puedan conocer y disfrutar de este espacio renovado.
La iniciativa del municipio no solo representa un logro en la protección del patrimonio histórico, sino que también refleja un compromiso con el futuro de Ezeiza, tal como lo destacó el Intendente: “seguir trabajando y transformando el futuro de Ezeiza, pero cuidando el patrimonio histórico”. La recuperación de la Quinta Santa Bárbara se erige como un claro ejemplo de cómo el desarrollo y la preservación de la identidad cultural pueden coexistir en armonía, enriqueciendo la vida de la comunidad y fortaleciendo el sentido de pertenencia.
La Quinta Santa Bárbara: Un Relato de Explosivos, Legado Italiano y Estrellas Argentinas en Ezeiza
En el corazón de Ezeiza, en la intersección de la avenida Néstor Kirchner y General de Vedia, se alza la Quinta Santa Bárbara, un testimonio arquitectónico e histórico que evoca un pasado fascinante. Su historia se remonta a 1893, cuando Nicomedes Pierotti, un inmigrante italiano radicado en Lomas de Zamora, encargó la construcción de una villa de cinco hectáreas. La ubicación, a tan solo veinte cuadras de su fábrica de pólvora en Monte Grande, fundada en 1879, no era casualidad. Pierotti proveía al Ferrocarril Sud para sus canteras en Tandil y bautizó su residencia "Santa Bárbara" en honor a la patrona de la artillería, figura estrechamente ligada a los explosivos y la actividad marítima.
Sin embargo, la prosperidad inicial se vio empañada por una trágica explosión en el polvorín de Pierotti alrededor de 1898, un incidente que cobró vidas y dejó una marca indeleble en la historia del lugar. En 1912, Pierotti vendió la propiedad a Miguel Ferrari y su esposa, Emma Pravaz, dando inicio a una nueva etapa para la quinta.
Desde 1912, la Quinta Santa Bárbara permaneció celosamente custodiada por la familia Ferrari, quienes la preservaron con meticuloso cuidado, conservando incluso los detalles más sutiles de su diseño original. Un miembro destacado de esta familia fue el abogado Horacio Ferrari, casado con la reconocida actriz argentina Rosa Rosen. Este matrimonio añadió un nuevo capítulo de brillo y celebridad a la historia de la quinta, convirtiéndola en depositaria de recuerdos imborrables de una de las artistas más queridas del país.
Arquitectónicamente, la vivienda representa una típica villa italiana, un estilo ampliamente difundido durante la segunda mitad del siglo XIX. Esta característica resalta la conexión de las familias Pierotti y Ferrari con la rica herencia cultural italiana, un legado significativo que la inmigración italiana aportó al patrimonio de nuestra comunidad. La Quinta Santa Bárbara no es solo una propiedad; es un símbolo de la historia, la cultura y las vidas entrelazadas que han dado forma a la identidad de Lomas de Zamora.
Fuentes: Diario La Palabra de Ezeiza y sitio oficial de la Junta de Estudios Históricos de Ezeiza.