Por Agustín Ochoa Ortega. En una noche que vibró con la pasión del teatro, el Teatro Municipal Roma de Avellaneda se vistió de gala para recibir a Raúl Rizzo, un nombre sinónimo de excelencia actoral, quien protagonizó la obra "Rojos globos rojos". Acompañado en el escenario por las talentosas Marta Igarza y Gabriela Perera, Rizzo cautivó al público, cosechando un aplauso fervoroso y prolongado que resonó en cada rincón del emblemático recinto.
La visita de Rizzo al Teatro Roma no fue solo una presentación, sino un reencuentro. En una conversación exclusiva con A SUBIRSE A LAS TABLAS, el actor expresó su profunda conexión con el lugar: "Siempre es muy grato venir a este teatro, primero porque me encanta, es el teatro como teatro, como está, es hermoso."
Rizzo también destacó la vitalidad cultural que el Teatro Roma aporta a la comunidad: "Esta actividad que genera el Teatro Roma a través del municipio, constantemente todas las semanas hay alguna propuesta teatral, musical, y esto me parece buenísimo para la ciudad enormemente populosa que es toda esta zona sur de la provincia de Buenos Aires, que tenga la ocasión de ver muy buenos espectáculos y de todo tipo." Su entusiasmo reflejaba un genuino aprecio por la democratización del acceso a la cultura.
"Rojos globos rojos" nos sumerge en la historia del teatrito que le da nombre, un espacio amenazado con el cierre definitivo. El elenco de varieté que lo habita, liderado por el Cardenal y sus compañeras las Hermanas Popis, nos guía con ironía y humor a través de un recorrido que aborda temas de actualidad, reflexiones existenciales y preguntas profundas sobre el sentido de la vida, tanto a nivel individual como colectivo. La inminente clausura del teatro funciona como catalizador, desatando interrogantes cruciales: ¿qué le da sentido a nuestra existencia? ¿Qué estamos dispuestos a hacer para perseguir nuestros sueños?
Para Raúl Rizzo, la obra es un tributo al espíritu del teatro independiente, una vena creativa que corre profundamente en la historia del arte escénico argentino. "Esta obra es un poco lo que siempre intentó Pavlovsky," explicó Rizzo, refiriéndose al renombrado dramaturgo argentino Tato Pavlovsky. "Él indagó toda la conducta humana desde distintos lugares, y en este caso elige un grupo de teatro, casi es un homenaje al Teatro Independiente, el Globo Rojo." Rizzo profundizó en la trama: "Un grupito de actrices y actores, y actor, porque es un actor y dos actrices, que tienen un pequeño teatro y a brazo partido la reman para sostenerlo, ¿verdad? Y se lo clausuran."
"Rojos globos rojos" no es solo drama, sino también comedia. La obra entrelaza situaciones hilarantes con momentos profundamente emotivos, invitando al público a reír y reflexionar sobre la condición humana, y a solidarizarse con este grupo de artistas resilientes que luchan por mantener viva su pasión y realizar sus sueños.
La clausura del teatro, un evento central en la trama, provoca en el personaje interpretado por Rizzo una cascada de reflexiones sobre la vida, abarcando una amplia gama de temas: "Cuando se lo clausuran, el teatro, esto va a pasar en un momento de la obra, eso dispara en el personaje que yo encarno una cantidad de miradas sobre la vida, de todo tipo, ideológicas, filosóficas, existenciales, sobre el amor, sobre la locura, sobre la muerte, sobre el suicidio inclusive, sobre la ideología y cómo están las cosas. Es decir, es un combo que aparece con una poética hermosa que lo caracterizó siempre a Tato Pablosky," concluyó Rizzo.
"Rojos globos rojos" es una obra que trasciende el mero entretenimiento. Es una invitación a la introspección, una celebración del teatro independiente y un recordatorio de la importancia de luchar por lo que creemos. Una experiencia teatral imperdible para reír, emocionarse y reflexionar junto a Raúl Rizzo, Marta Igarza y Gabriela Perera en el Teatro Roma de Avellaneda.