En conversación en exclusiva con A SUBIRSE A LAS TABLAS, la flamante nominada a los Premios ACE reconoció que lo que más le conmovió de la historia de Nina es su “eterna lucha” por seguir estando arriba de un escenario y para ser feliz.
“’Nina’ viene porque me lo presenta el texto Patricia Suarez hace tres años. Cuando yo lo leí le dije estas son las palabras que tengo ganas de decir, es un personaje que me gustaría mucho abordar, entonces me dijo -la obra es tuya. Pasaron como tres años porque no conseguía quien me hiciera la producción hasta que un día decidí hacerla yo; así que llamé a Jorge Diez que es el director, a Rony Keselman en la música, a Patricia Terán en vestuarios. Y así empezó todo y me la jugué a que todo me saliera bien y salió divino. Es un espectáculo, una obra, unas palabras que amo decir”, contó Ana Padilla.
Por otra parte, se refirió a la importancia de traer estas historias a Avellaneda, precisamente al Teatro Municipal Roma. “Me parece importantísimo primero porque me parece que es un teatro bellísimo y es un placer estar arriba de ese escenario, después el Roma tiene unos precios para el público en general muy accesibles ya que la entrada cuesta 120 pesos. Entonces, están todos con la posibilidad de acercarse a estos textos y a estos personajes que si te vas a un teatro comercial de la calle Corrientes te sale muchísimo más caro, entonces tener la posibilidad de hacer Nina en ese bellísimo teatro (Roma) y a esos precios tan accesibles es maravilloso”, manifestó.
“El teatro para mí es sanador. El teatro hizo que yo sea también una sobreviviente también de la vida como Nina y es lo que a mí me mantiene a flote. Es mi ancla, mis remos también. hace más de cuarenta años que hago esto y es lo que más me ha hecho feliz, los hombres han ido y venido, pero el teatro siempre está”, concluyo Padilla.
“Nina”:Veinte años después
Un unipersonal sobre la vida de una tal Nina a la que le dicen la gaviota y que recuerda, revive y vive años después, mientras trabaja en el guardarropas de un teatro en donde representan esa noche la obra Tres hermanas de Antón Chejov.
Nuestra obra no es de Chejov,sin embargo debía mantener un aroma chejoviano. El personaje ya no es la misma persona que quedó encerrada en el discurso del autor de aquella época. El personaje es el mismo pero es otro, pasó el tiempo; y Patricia Suárez imaginó un presente de años después.
Nina dialogando con esos ropajes, como si los abrigos fueran su público. No aceptando las reglas del momento, de la sociedad de ese tiempo hacía una mujer sola y ya no tan joven. Una mujer sola pero nunca vencida.
Lucha con sus fantasmas. Escucha su música interna, se escucha y lo pone afuera en forma de palabras, de gestos, de acciones, melodías propias. Todas esas cuestiones hicieron al desafío de encontrar las formas que nos permitieran llegar a ese contenido intenso, doloroso, alegre y pasional que siempre estuvo en la Nina de Chejov pero trasladado a una mujer que ha vivido todas esas emociones y ha resurgido de sus cenizas.
Cómo buscar una posible Nina de Chejov en el tiempo. Cómo hacerla rebotar por los diferentes tiempos: El de La gaviota, el de su presente y el de nuestro presente.
PODÉS RETIRAR TUS LOCALIDADES EN LAS BOLETERÍAS DEL TEATRO MUNICIPAL ROMA- SARMIENTO 109, AVELLANEDA.