En conversación exclusiva con A SUBIRSE A LAS TABLAS, el vocalista y líder del conjunto musical, Sergio Lapegüe, adelantó que va a ser un “Lapeband” distinto porque “se va a tratar de un show acústico e íntimo para 65 personas”.
“Es un gusto, es un sueño cumplido porque cuando yo tenía 13 años habíamos armado una pequeña bandita con mis amigos del barrio, y queríamos debutar en el Lomas Social, que es ese gimnasio que sigo yendo hace más de 40 años, finalmente, no pudimos tocar. Y, ahora voy a tocar cerca del colegio a donde fui toda mi vida que es el ENAM de Banfield, uno de los que fui ya que también fui al Sagrado Corazón. Podemos tocar en un montón de lados, pero tocar en tu ciudad es como decir –‘Hola, aquí estoy. Yo soy el de tu barrio’”, reflexionó.
Asimismo, expresó: “Salir a trotar con mis amigos por el barrio, poder jugar a la pelota o ir al gimnasio de toda mi vida es no perder los orígenes. Yo creo que uno tiene que mantenerse fiel a sus raíces. No hay nada más lindo que salir a caminar por tu barrio y eso me encanta, tocar a la vuelta de casa es como decir –‘Esto es lo que hago. Te invito. Si te gusta, compartilo”.
Y, agregó que “nosotros somos un grupo de amigos que desde hace tres años nos volvimos a juntar después de mucho tiempo de no haber agarrado la guitarra por los trabajos que tenemos. Entonces, un día dijimos –‘Che volvamos ya tenemos 50 años volvamos a hacer lo que siempre soñamos hacer e hicimos de pibe que era música, que fue antes de ser periodista. Y, la gente se sorprende y te dice –‘Uh, pero mira que bien che, cómo suena’, pero no es algo nuevo mío que estoy aprendiendo. Digamos que lo aprendí antes de ser periodista”.
Finalmente, manifestó que la música es su “relajo” y su “desestres”. “Tocar y subirme a un escenario con mis amigos de toda la vida- Hernán Palazo que toca el contrabajo, Javier Benítez que toca la guitarra y hace los coros- para mí es volar, es transportarme a otra dimensión, es olvidarme del periodista, conductor que soy, de los problemas cotidianos. La música es la que calma lo locura de todo el día”, concluyó Lapegüe.