A SUBIRSE A LAS TABLAS dialogó en exclusiva con el primerísimo actor Juan Leyrado:
¿Qué expectativas tiene con esta nueva presentación de “Un Enemigo del Pueblo” en el Teatro Roma?
Volvemos a ese hermoso teatro con esta obra que nos ha dado muchísimas satisfacciones, y ya en los finales después de casi dos años donde recorrimos mucho, estuvimos en Mar del Plata y Buenos Aires. Realmente nos fue muy bien. Tengo muchas ganas de hacerla porque ya hace unas semanas que no la hago. Realmente yo la paso muy bien, veo que el público lo pasa muy bien; entonces eso me llena de placer y entusiasmo. Así que esperamos lo mejor como siempre pasa en nuestras funciones: un público que se integra al espectáculo porque participan, un público que disfruta y nosotros arriba del escenario también. Así que espero ansiosamente el día de la primera función.
¿Qué recuerdos se llevó de la última vez que visitó el Teatro Roma? (N.d.R: 4 de Agosto)
Si, en esta oportunidad. Después obviamente en muchos otros espectáculos que he participado he ido al Teatro Roma. El Teatro Roma tiene un movimiento extraordinario de gente, hay un impulso por parte de la intendencia que realmente hace que el teatro llegue a las mayorías, y eso es una función que tiene el teatro, el arte, así que cuando eso es acompañado realmente ahí se produce algo, que en realidad en todas las sociedades se tiene que producir: que se le pueda llevar la cultura a los pueblos, barrios, que no se centralice todo en el centro de Buenos Aires y que nosotros los actores tengamos la posibilidad de conectarnos con la gente que está cerca de su casa que del centro de Buenos Aires. Yo creo que esa es una función del teatro que hay que perseverar, seguirla como hacemos todos los actores y actrices en Argentina que realmente nos movemos mucho por todo el país llevando el teatro a los lugares incluso mucho más complicados.
¿Qué es lo que más disfruta de hacer “Un Enemigo del Pueblo”?
En general a mí me gusta mucho la profesión además aprendo mucho. En el caso de “Un Enemigo del Pueblo” es una obra que Ibsen la escribió a fines del siglo IXX y su actualidad es increíble, por eso es un clásico. Es una obra que está adaptada por Lisandro Fiks, que aparte es quien dirigió el espectáculo. La veo como muy importante para esta época y para todas las épocas porque realmente habla del ciudadano, habla sobre cuál es su participación, habla de lo que realmente considera este protagonista, que es el Doctor Stockman, cuando habla con su pueblo qué es lo que realmente le está diciendo, de cómo cuidar el lugar donde uno habita y muchas cosas que tienen que ver no solamente con nuestro país o de nuestro momento sino con la humanidad en el mundo en donde realmente no asume lo que hay que asumir para que la cosa no vaya tan mal.
Los intereses de algunos sectores de la sociedad, política y económica están por encima de los intereses reales del pueblo…
Sí, eso pasa con algunos. Eso forma parte de la problemática que hay que saber elegir bien a esos que nos gobernará ya que en definitiva nosotros le estamos entregando un poder en beneficio de país y de todos los vivimos, no le estamos regalando ni vendiendo un país sino le estamos dando una oportunidad, después de un análisis que uno tiene que hacer, y eso es lo que dice el Doctor Stockman en la obra. No importa quién uno elige porque la Democracia está para eso, uno en Democracia puede elegir lógicamente al que sea, pero que uno elija a partir de un pensamiento propio y dejar de ser pensado, entonces cuanto más nosotros realmente tratemos, dentro de nuestras posibilidades, de realizar un análisis, un seguimiento de quién es o quiénes son las personas que le vamos a entregarle ese poder tan importante de la Democracia, tenemos que estar muy atentos, y, no solamente tenemos que elegir y votar sino que después hacer un seguimiento realmente de las cosas, de cómo se hacen y marcar aquellas promesas que no son cumplidas o que esas cosas se hacen distintas de lo que uno pensaba que iban a hacerse. Entonces yo creo que ahí hay una responsabilidad también de todos los ciudadanos y las ciudadanas de pensar con un pensamiento profundo, y no dejarse llevar por los cantos de la sirena. Así podríamos evitar un poco más el tema de la corrupción, de todas maneras el tema de la corrupción es un tema humano y no solamente pasa en la política sino que pasa en todos los órganos de nuestra sociedad, así que hay que estar atento con eso y hay que marcar las cosas en los momentos que suceden.
¿Cómo se sienten cuando el público reacciona de manera maravillosa con la obra?
En este caso particular donde realmente se crean esas asambleas en donde los espectadores pasan a ser sin darse cuenta vecinos de ese pueblo que escucha lo que dice el Doctor Stockman. En ese momento aparecen cosas que realmente son improvisadas porque yo no sé con qué me voy a encontrar, si bien hay una guía que yo tengo, por si la cosa se dispara para otro lado es muy entretenido, novedoso y me permite a mí un ejercicio fantástico que es siempre tratar de que la cosa no se vaya de la historia que estamos contando, la historia que en ese pueblo existe y esos personajes que somos y el personaje que asume también el público. Así que se crea una fiesta como vos viste y nosotros recibimos como tal.
Breve reflexión sobre el lugar que ocupa el teatro en su vida.
Te diría como que mi vida ocupa un lugar en el teatro; no el teatro en mi vida. Es como que siento que realmente yo no he elegido esta profesión sino que la profesión me ha elegido a mí y me ha llevado por el camino que tenía que llevarme porque alguien habrá interpretado mi sueño, mis necesidades que yo no tenía consciente, pero después cuando empecé a transitar este camino maravilloso de la profesión me di cuenta que eso lo tenía adentro, y que cada vez más estoy agradecido por eso que alguien hizo, yo hice, todos nosotros hicimos como para que este transitando mi vida a partir de una tarea tan noble, necesaria y que quiero tanto.
LAS ENTRADAS LAS PUEDEN RETIRAR EN LAS BOLETERÍAS DEL TEATRO- SARMIENTO 109, AVELLANEDA.
UN ENEMIGO DEL PUEBLO, UN CLÁSICO DEL TEATRO MUNDIAL
Es la tercera vez que esta polémica pieza de Henrik Ibsen sube a sus escenarios, las anteriores, de 1972 y 2007, se basaron en la popular y más conocida versión que el dramaturgo estadounidense, Arthur Miller escribió en 1950. En esta nueva puesta en escena me basé exclusivamente en el texto original del autor noruego, en el cual este “librepensador” de finales del siglo XIX se cuestionaba asuntos que aún hoy siguen siendo controversiales. El tema central de la obra, el conflicto de intereses, de valores y de opiniones que separa a los personajes es de una actualidad sorprendente, lo que me permitió trasladarla a la Argentina de hoy, no en un contexto político real pero sí con nuestra idiosincrasia y lenguaje. En esta puesta de 2018 me propuse rescatar lo que considero que Ibsen se planteaba en 1882: no un conflicto entre buenos y malos, sino entre seres humanos, con sus contradicciones, sus miserias y sus virtudes. Seres reales, reconocibles, con los que podemos identificarnos y así conseguir, tal vez, que los espectadores salgan del teatro con más preguntas que respuestas. Lisandro Fiks
Tags
AVELLLANEDA
BRUNO PEDICONE
EDGARDO MOREIRA
JUAN LEYRADO
RAÚL RIZZO
ROMINA FERNÁNDEZ
TEATRO MUNICIPAL ROMA
UN ENEMIGO DEL PUEBLO
VIVIANA PUERTA