El segundo lunes de mayo de cada año se celebra el Día
Nacional del Actor, gracias a la Ley 24.171 sancionada el 30 de septiembre de
1992 y promulgada el 26 de octubre del mismo año.
Entre los fundamentos que el Congreso Nacional consideró para fijar esta fecha se encuentra que “los actores rescatan el pasado, dando vida a hombres y mujeres célebres de la historia, se adelantan a la época en la que viven y nos muestran los problemas de la vida cotidiana a través de personajes comunes que nos proporcionan gratos momentos, emocionándonos o haciéndonos reír”.
También, se tuvieron en cuenta las palabras que el General
Don José de San Martín dejó expresadas en el Decreto 1529 referido a
Espectáculos Públicos, suscripto en Lima (Perú) el 31 de diciembre de 1821. En
dicha norma declaró la protección y la libertad de los artistas teatrales.
En esa época, los actores y las actrices eran considerados “infames”,
no podían recibir sacramentos religiosos, ser enterrados en cementerios,
desempeñar cargos públicos o ejercer derechos civiles o políticos.
Y, San Martín rubricó dicho decreto con el objetivo de
otorgarles los derechos ciudadanos correspondientes. “El arte escénico no
irroga infamia al que lo profesa. Todo individuo que se proporciona su
subsistencia en cualquier arte que contribuye a la prosperidad ilustre del país
en que se halla, es digno de la consideración pública», considerando al teatro
como un arte necesario, un establecimiento moral y político de la mayor
utilidad» para afirmar los ideales de la independencia”, afirmó.