A partir de un
acuerdo entre las carteras de Educación y Justicia, se elaboran y distribuyen
cuadernillos de contenidos y tareas para que la población carcelaria bonaerense
pueda continuar sus estudios primarios y secundarios.
La Directora General de Cultura y Educación, Agustina Vila, y el Ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia, Julio Alak, rubricaron hoy el convenio que pone en marcha el programa de continuidad pedagógica para 45 mil personas detenidas en las unidades penitenciarias y alcaldías del Servicio Penitenciario Bonaerense.
El programa tiene como objeto garantizar la continuidad
educativa de las personas privadas de la libertad matriculadas en alguno de los
niveles de enseñanza durante la suspensión temporaria de clases presenciales en
el marco de la emergencia sanitaria por el COVID-19.
“La educación es un derecho social que debe ser garantizado
para que se convierta en un hecho emancipatorio. Que evite que lleguen las
personas a las cárceles, y las que por algún motivo llegan, tengan la posibilidad
de formarse, de revertir, de cambiar, fortalecerse y emanciparse en pos de
sentirse artífices de su vida”, expresó la Directora General de Cultura y
Educación, Agustina Vila. “Hablamos de reinserción, pero debemos tener en
cuenta que si no hubo derechos básicos no hubo inserción. Por eso, cuando las
personas recuperan la libertad, el estado debe estar presente para que puedan
planificar y fortalecer sus vidas”, agregó la titular de la cartera
educativa.
En las unidades penales bonaerenses funcionan 123 servicios
educativos de la DGCyE: 66 de nivel primario, en los que cursan 9.045 personas,
y 57 de nivel secundario, en los que cursan 9.174 personas. A través de este
programa, recibirán cuadernillos de continuidad pedagógica que fueron
especialmente planificados y producidos por la cartera educativa siguiendo los
diseños curriculares y las estrategias pedagógicas que surgen del área de
Educación en contexto de encierro.
La cartera educativa, a través de su Dirección de Promoción
de Derechos, también contempló la producción de 25.881 cuadernillos con
actividades culturales, artísticas e históricas para las personas que no se
encuentren inscriptas en ningún nivel de enseñanza, con el objeto de acercar a
la totalidad de la población carcelaria la propuesta de vinculación con el
material educativo.
En el marco del proceso de continuidad pedagógica, los
cuadernillos resueltos serán devueltos, con los protocolos sanitarios
correspondientes, a las y los directivos de cada servicio educativo para su
evaluación y posterior acreditación de los saberes a los y las estudiantes.