Por Agustín Ochoa.
El actor Roly Serrano junto a Daniel Aráoz, Romina Gaetani, Ivo Müller,
Sang Min Lee Kris Niklison protagoniza todos los jueves a las 22 la obra de
teatro virtual “Cajas Chinas”.
En “Cajas Chinas” nada es lo que parece ser. Es
un proyecto de teatro virtual con sabor a cine de género. Un botín se esfuma
sin dejar rastros. Y en la búsqueda del dinero caen todas las máscaras. Una
experiencia para vivenciar en vivo, online, y quedar preguntándose qué de todo
lo vivido es real.
A SUBIRSE A LAS TABLAS
dialogó en exclusiva con Roly Serrano, uno de los protagonistas de “Cajas
Chinas”:
¿Qué es lo que más disfrutas de actuar en “Cajas
Chinas”?
El proceso este es nuevo para mí ya que es ensayar sin
el actor al lado, llegar a la verdad sin que este tu compañero a tu lado. Eso
para mí es impresionante, es muy difícil de lograr porque es como que necesitas
el contacto, la respiración del otro y tenés que reinventarte en un montón de
cosas, recrearte, y eso creo que nos hace crecer muchísimo como actores
también.
¿Cuál fue la aceptación del público
virtual para con la obra?
Hay algo que está pasando: la necesidad de la gente de
ver y escuchar cosas cuando hay músicos, poetas, actores recitando o actuando.
La obra gusta muchísimo. Es un policial negro muy denso, hay momentos muy
densos, otros en los cuales te matas de risa por todas las situaciones que se pueden
crear en el aquí y ahora porque la realidad es que se hace en vivo,
entonces todos los problemas que se pueda tener de internet los tiene esta
gente que están tratando de comunicarse porque la historia cuenta de que hay
una plata que desapareció y de saber quien se la llevó; entonces ese juego real tiene
que ver con que a veces a uno se le puede caer la señal o alguno que no está y
nosotros tenemos que seguir; es maravilloso porque hace reinventarte
constantemente.
¿Alguna vez te imaginaste de estar vivir
esta experiencia virtual?
Soy una persona mayor. Hay cosas nuevas que están
pasando en los medios, en las cuestiones sociales, que indudablemente no es de
nuestra generación y abruman, pero empiezas a darte cuenta por otro lado de que
tenés que ponerte al día, aggiornarte. En este momento no podemos estar en el
teatro, entonces utilizamos los medios virtuales para poder crear, no quedarse
quieto y los artistas, en general, somos inquietos, queremos crear, hacer y no
hay nada que nos impida. Los momentos difíciles son los momentos donde más
creativo se pone la gente.
¿Qué diferencias encuentras entre el
teatro virtual y el teatro presencial?
Hay algo que está bueno que es lo siguiente: vos sabes
que estás haciendo para un medio que no tiene alcance; entonces puede haber
gente de acá, España, Italia, Brasil, Estados Unidos, Uruguay, Chile y toda
Latinoamérica. Es como que estás entrando en un medio mucho más amplio que
solamente te da el teatro en un escenario, y eso está muy bueno porque lo
pueden ver arriba de un cerro si es que te anda la internet o una persona que
vive arriba de la montaña, entonces pueden tener acceso a tu trabajo a alguien,
que normalmente si lo hicieras en el teatro estaría muy limitado. Eso me parece
una cosa muy importante.
¿Qué recuerdos tenés sobre tus comienzos
en la actuación Argentina?
Tengo hermosos recuerdos. Siempre fueron hermosos
recuerdos porque yo tuve la enorme suerte de que siempre estuve rodeado de
personas que me ayudaron a hacerlo, a llevarlo adelante; entre ellos maestros,
compañeros que tuve. Es empezar algo muy difícil, algo donde la gente me
preguntaba “¿vos qué haces?”, yo le decía soy actor, me respondían “sí, pero
¿de qué trabajas?, les volvía a decir que trabajo de actor, actuación. Pasa que
no es lo mismo que otro oficio, sino que es un oficio muy difícil; y hacer
entender a la gente, a tus amigos o a la familia que tu elección tiene que ver
con algo que uno sueña y que quiere seguir adelante a pesar de cualquier cosa.
Tiene esa vicisitud de lo bueno y lo malo.
¿Qué fue lo que te motivó de elegir la
actuación como tu estilo de vida?
Al principio cuando yo trabajaba en el teatro, tenía
una ideología bastante cerrada que era que la televisión te pudría la cabeza,
el actor es el teatro, la televisión es otra cosa. Y un día sin darte cuenta
tuviste que hacer un programa de televisión y con lo que ganaste ese día
pagaste tres meses de expensas que estabas atrasado y te diste cuenta de que
también puede ser una forma de vida, más allá de mis sueños artísticos y cultural,
así que bienvenido. Lo único que si tuve suerte es que cada vez que me tocó
hacer algo en televisión, me tocaron hacer papeles de los cuales amo mucho
haberlo hecho.
¿Cuál fue el papel que más te costó
protagonizar?
Hubo un proyecto que hice en teatro el 2018, que fue
“Un Búfalo Americano” del estadounidense David Mamet. Fue un trabajo tan
difícil que yo creo que no logré terminar hacerlo ya que lo logré hacerlo en un
70 por ciento, así que un 30 por ciento quedó en el camino. Me gustaría algún
día volver a intentarlo.
Breve reflexión sobre el lugar el que
ocupa la actuación en tu vida.
Ocupa un lugar muy importante, pero demasiado
importante. A veces hasta me enojo conmigo mismo porque es como que dejo de
lado un montón de cosas por esta profesión, por este trabajo, por el amor a
estar filmando o grabando o arriba de un escenario o giras. Es tanto lo que
siento, que a veces me doy cuenta de que he dejado de lado cosas que no tendría
que haber dejado de lado.