Por Agustín Ochoa Ortega. La Guerra de Malvinas, un conflicto bélico que marcó un antes y un después en la historia argentina, sigue resonando en la memoria colectiva. Tras la contienda, un proceso de reflexión y concientización emergió, arraigándose primero entre los veteranos y extendiéndose luego a toda la sociedad, generando un profundo sentimiento de respeto y admiración hacia aquellos que defendieron la patria con valentía.
Los héroes de Malvinas, protagonistas de una gesta épica, encontraron en diversas expresiones artísticas un canal para procesar sus vivencias. En este contexto, la música se erigió como un vehículo poderoso para transmitir el dolor, el orgullo y la memoria de lo acontecido. Un ejemplo conmovedor de este movimiento es Fabio Santana, veterano de guerra y creador de Raíz Soberana, un conjunto musical que interpreta canciones patrias y composiciones originales inspiradas en la Guerra de Malvinas. A través de sus melodías y letras, Raíz Soberana busca mantener viva la llama del recuerdo y rendir homenaje a los caídos en combate.
En una conversación exclusiva con A SUBIRSE A LAS TABLAS, Fabio Santana, creador y vocalista de la banda, describió la misión de "Raíz Soberana": "Es la banda que habla de Malvinas, que le canta a Malvinas, pero que le canta con respeto, con emoción, pero también con alegría, porque somos privilegiados, podemos cantarle a la gente a partir de algo que nos une, porque Malvinas nos une". Sus palabras reflejan el poder unificador de la memoria y el arte.
Desde temprana edad, Fabio demostró una inclinación natural por el canto, pero su vida tomó un giro inesperado al ser llamado a combatir. En abril de 1982, llegó a Puerto Argentino y se dirigió a Wireless Ridge, donde se unió a sus compañeros. Como Soldado Conscripto Clase 1962 de la Compañía de Ingenieros Mecanizada N° 10, apoyó al Regimiento de Infantería Mecanizada N° 7 de La Plata en Monte Longdon, uno de los escenarios más cruentos del conflicto entre Argentina y Gran Bretaña.
La guerra llegó a su fin el 14 de junio de 1982. Tras días de incertidumbre en Puerto Argentino, Fabio regresó a casa. El veterano evocó con emoción su reencuentro con su familia después de defender el país en las islas: "Hace 43 años llegué a mi casa, después de 45 días, que mi familia no sabía si estaba vivo o muerto, así que imagínate las sorpresas cuando llegué, y estaban realmente, me recuerdo a mi viejo, ya está en el cielo, pero en ese momento de llorar, de abrazarnos, de reírnos, fue un momento imborrable para mí, para siempre".
Aunque su vida continuó, su vocación artística permaneció latente durante un tiempo. No fue hasta 2012, tras un viaje de regreso al archipiélago, que encontró la manera de fusionar sus dos mundos: su experiencia como veterano y su pasión por el canto.
En palabras del propio Fabio, "después que volví de Malvinas estuve 18 años sin poder cantar… ahí en Malvinas canté para mis compañeros, pero ya después no pude, y en el 96 tuve una pequeña incursión y ya después dije, bueno, cantando por ahí puedo malvinizar, y después en el 2012 estuve en un programa muy famoso de ese momento, Soñando por Cantar, con Mariano Iudica, y llegué a la final, estuve dos años y medio, y me di cuenta de que podía malvinizar, que lo que cantaba le llegaba a la gente".
Fabio Santana, quien tuvo el honor de cantar el Himno Nacional Argentino antes del partido de Argentina contra Colombia en Córdoba en 2022, se emociona al ver a los jóvenes cantar con fervor las canciones de Malvinas. Reconoció que "el fútbol, Malvinas y la música" son pilares en su vida, elementos que unen y permiten transmitir un mensaje de respeto y memoria a las nuevas generaciones. Subraya la importancia de hablar con los jóvenes sobre Malvinas, de educarlos sobre la historia y el sacrificio de los veteranos, para que puedan comprender el valor de la paz y la soberanía.
Finalmente, Fabio comparte una poderosa reflexión sobre el legado que le dejó la Guerra de Malvinas: "La guerra a mí me hizo mejor persona, yo sentí que podía ser un buen compañero, que podía compartir lo que tenía, que era empático, que no sirve nada el bullying, que el de al lado te puede salvar, que solo no sos nada, todo eso me dejó Malvinas". Un testimonio conmovedor que revela cómo la adversidad puede transformar a un individuo, fortaleciendo su espíritu y su compromiso con los demás. Raíz Soberana, a través de la música, continúa sembrando la semilla de la memoria y el respeto por los héroes de Malvinas.